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antigua Roma

Una noche de 1977 en La ¿Qué hacías tú en el 77? Yo estaba en el Instituto Santamarca. Instituto de bachillerato que reunió adolescentes de barrios y lugares tan dispares como Prosperidad, La Prospe vaya, el Viso y Manoteras. La Prospe tuvo un eje conformado por el Instituto Santamarca, el Ateneo libertario de Prosperidad, Discos Radioactivos Organizados y la sala Rock-Ola (primero conocida como el Marquee). La Prospe como epicentro de la nueva ola madrileña.

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New wave, rock, tecno pop y post punk hecho en Madrid. La nueva ola madrileña que después la prensa bautizaría como la Movida madrileña y los gobiernos local y autonómico impulsaron e institucionalizaron como todos sabemos. 1985 fue el año del cierre de Rock-Ola. El principio del fin de La Movida.

Pero antes, en 1977, dos acontecimientos muy importantes golpearon a los adolescentes del Instituto Santamarca y también a toda la sociedad madrileña. Uno fue la entrada en vigor de la Ley de la Reforma Política en España; otro, el tsunami punk God save the Queen del grupo británico Sex Pistols.

Con la Ley de la Reforma Política que entró en vigor el 4 de enero de 1977 se pretendía dar por finalizado el régimen franquista, sus instituciones y su determinismo sobre la vida cultural, civil y social del país. Sobre esto habría que hablar mucho pero no es el lugar. El caso es que los partidos políticos y, en general, los poderes fácticos se aprestaron a crear un nuevo orden político social, ocupándose fundamentalmente de desarrollar la superestructura e instituciones necesarias y de repartirse el poder.

Esta ardua labor requería todo su esfuerzo y atención normadora y dejó fuera de foco y de control la emergencia de una nueva cultura viva y transgresora hecha por jóvenes y adolescentes que entre otras cosas dio lugar a la nueva ola madrileña. Por debajo de su atención a los políticos se les pasaban muchas cosas que no controlaban en absoluto o que no les importaban en ese momento, pero un poco después sí. Dejar atrás la época gris de la dictadura supuso la explosión de libertad en las costumbres, en el ocio y en la cultura que dieron lugar a una creación multidisciplinar y no clasista.

Mientras, alumnos del Santamarca y gente vinculada a UCD o a la izquierda madrileña, gente libertaria procedentes de la Prospe y barrios aledaños tomamos al asalto el Ateneo de Prosperidad. Ese Ateneo Libertario que había donde está ahora el Centro Cultural Nicolás Salmerón de la calle Mantuano de La Prospe. En la dictadura era una Escuela de Mandos de la Falange que derivó al Ayuntamiento de Madrid a raíz de la Transición. Allí estábamos nosotros, un grupo que se podría decir de acción alternativa, del que luego emergería El Aviador Dro y sus obreros especializados conducidos por Servando Carballar.

El Ateneo de Prosperidad reunió en sus locales de ensayo a grupos como Kaka de Luxe, grupo fundacional de la Movida madrileña, los Zombies, Paraíso y otros muchos. Esa acción de rabia contracultural y alternativa fue una de las muchas respuestas de explosión de libertad que se vivieron en Madrid ante la represión postfranquista que duró hasta bien entrados los 80 y la actuación delictiva impune de los grupos de extrema derecha durante los 70 después de la muerte de Franco.

Por entonces el Ateneo era un crisol de actividades contraculturales con conciertos de grupos que integrarían la Movida madrileña, fiestas punk organizadas por estudiantes del Santamarca, entre ellos los futuros obreros especializados del Aviador Dro. Y muchas y fantásticas obras de teatro, cine fórums, espectáculos de danza, exposiciones de fotografía, diseño y más. En el salón de actos de Mantuano se grabaría la actuación de Burning para la película ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?.

En 1982 Servando Carballar y Marta Cervera fundarían Discos Radioactivos Organizados, DRO, en el centro de La Prospe, en la calle Zabaleta, 56. DRO fue la compañía independiente más decisiva e influyente de la Movida, donde no sólo acabaron editando discos casi todos los grupos de la Movida madrileña, sino también de la Movida gallega (como Siniestro Total y Os resentidos) y de muchas otras movidas.

Volviendo a 1977, los efectos de God save the Queen y en general del punk nos convencieron a todos los que andábamos por allí que no hacía falta saber tocar bien un instrumento para hacerse con una posición en el universo post punk que se abría ante nosotros. Y la diversión, la creatividad rabiosa y el supermercado pop de colores dio su comienzo. También permitió la emergencia de experimentos como el tecno-punk, la ola fría o música industrial y el primer punk científico de El Aviador Dro y sus obreros especializados.

Según recuerdo, el Rock-Ola se convirtió en el lugar donde íbamos a escuchar y bailar la buena música que pinchaban Pepo y Magín Perandones, a beber, a divertirnos, a ligar y a estar al tanto de todo lo nuevo en el panorama cultural, no sólo músical: arte, performance, danza, cómic, fotografía, hasta humor. Pero, sobre todo, íbamos a ver a los grupos británicos y de otras latitudes, referencia para todos nosotros, como Iggy Pop, Depeche Mode, U.K. Subs, Spandau Ballet, Simple Minds, Depeche Mode, Siouxsie and the Banshees, Nick Cave, The Stranglers o New Order. Y a vernos a nosotros mismos, todos los integrantes de los grupos de la Nueva ola solíamos parar por allí. Al principio recuerdo ver en el Marquee y el Rock-Ola a muchos jóvenes y adolescentes divirtiéndose y bailando sin haber asimilado ninguna moda urbana. Cada uno buscaba ser él mismo, singular. También era posible constatar que en Rock-Ola se reunían grupos de todo el abanico musical, desde nuevos románticos hasta mods y rockabillies, poperos, gentes del tecno pop y un largo etcétera.

Con la Movida madrileña la noche se movía y la música de la nueva ola se constituyó en la banda sonora de nuestras vidas. Las actuaciones en directo y las pistas de baile eran nuestras redes sociales y sus nodos fueron salas como el Rock-Ola, El Sol, la Universal, Astoria... ¿Qué hacías tú en el 77?

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